De zapatos y pies...

Después de dos semanas de reflexión, creo que por fin he podido entender algunas cosas y aunque bien, no se si algún día las sabrás, esto seguramente formara parte de la terapia individual que se ejerce al escribir.

Hoy hablare del momento en que entendí la razón por la cual no peleabas, nunca proponías soluciones y mucho menos mostrabas esfuerzo alguno en hacer algo por nuestra relación. Pensé que podía haber una total carencia de entendimiento pero creo que no hubo más que falta de interés, el problema es que no supe en que momento se dio, me lo dijiste demasiado tarde (claro, como todo lo que sueles "aclarar").

Me di cuenta de que tenias razón, tu no eras la mujer que yo necesito y si me lo decías, era porque yo tampoco era el hombre que tu necesitabas...

Y esta bien, no quiere decir que seas mala o que yo lo sea, simplemente es una cuestión comparable a la de ir a comprar zapatos: imagina que ves los zapatos más bonitos del mundo, te enamoras de ellos y sientes que van contigo, sin embargo, no hay de tu talla pero igual te ofrecen un par que son medio número abajo. El error que cometemos muchos es aceptar ese par con la esperanza de que con el paso de los días, se "amolden" a nuestros pies.

Los primeros días solemos aguantar los zapatos, pero con el paso del tiempo únicamente dejan callos, juanetes y terminan lastimando los pies por completo. Ese es el gran error; lo cual no quiere decir que sean malos esos zapatos, puede que en el pie correcto, sean maravillosos.

Tu y yo eramos pie y zapato de diferente número...

No tengo nada más que decir el día de hoy, es la única analogía. Solo me resta hacer énfasis en que eso no justifica las mentiras y el engaño.

Me merecía todo Brenda; golpes, que terminaras conmigo, groserias, que me partiera un rayo incluso, todo, todo menos lo que hiciste. Fue algo muy bajo, incluso para ti.

Y fue mi error también, error por confiar en ti aunque tus acciones me demostraran lo contrario, aunque me lo hubieras hecho dos veces anteriores (y quien sabe cuantas más).