Me sentí feliz, sublime, vulnerable...
Vulnerable por saber que estaba listo para sentarme en esa mesa, que quería estar ahí, pero con esa incertidumbre del que ama a conciencia, esa incertidumbre que te hace pensar que tal vez tu contra parte un día quiera levantarse e irse y que tu, vas a quedarte sentado.
Encontrar a esa persona que puede sacar lo máximo de ti es una acontecimiento equivalente a descubrir vestigios de una humanidad que cierra y abre ciclos y, en medio de todo ese cambio, hay partículas que sólo se transforman esperando volver a encontrarse en algún punto...MENTIRA, no esperan, saben que por simple naturaleza deberán encontrarse y reencontrarse durante...como decirlo, el tiempo que dure la misma existencia del universo. Aquí no existe un principio de reversibilidad, es más bien una reversión continua.
Toda la vida uno vive a la expectativa de encontrar un igual, alguien que este a tu altura y cuando sucede, comienzas a preguntarte si tu estas a la altura de la otra parte.
Y da miedo saberte así, saberte capaz de darlo todo por alguien, hasta el último suspiro. Querer quedarte así.
Esa noche supe que era cierto...
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