Me hubiera gustado que fueras honesta conmigo, que no tuvieras que venderme una mentira para salir beneficiada aún a sabiendas de cuanto me habían lastimado, porque hacerlo conscientemente, fue aún más vil.
Me hubiera gustado que compartieras la verdad conmigo y me hubieras ofrecido una amistad honesta en lugar de enamorarme para jugar conmigo.
Te di lo mejor de mi y recibí a cambio una serie de pretextos sobre ir despacio, sobre no estar lista, sobre no hablar de mi y te creí. Caí totalmente en tu mentira confiando en que la vida me había dado un mal sabor de boca para poder disfrutar algo hermoso contigo.
Viví con esa fe que predicabas, teniendo la seguridad de que en verdad sentías algo sincero por mi.
(Es increíble como alguien que presume de ser muy honesta y guiar se por algo tan delicado como la Biblia, pueda jugar así con una persona. Porque de Dios no se habla a la ligera, al menos si lo tomas "tan en serio")
Como hubiera disfrutado que hablaras y le dijeras a todo el mundo de mi, de lo "emocionada" que decías estabas y de lo mucho que "la pasabas bien conmigo", así como todo lo que públicas de tu Italiano. Que publicaras fotos conmigo y expresarás cada palabra que salía de lo más honesto y profundo de mi. Al final, eso fue lo único que hiciste, "pasarla bien conmigo".
Me hubiera encantado que también dijeras lo que estas pasando en el momento que nos alejamos, que lo estabas superando o tal vez no.
Pero ni siquiera tu desprecio, ni tus malos ratos fueron para mi.
Que me hicieras saber que me extrañabas porque a veces bastan un par de palabras.
Pero tu, ni palabras, ni acciones y, hasta el último momento, seguiste mintiendome con descaro.
"¿Alguna vez fue que planeaste hacerme todo el daño de una vez?"
Tan fácil que hubiera sido alejarme sin pasar por el duro proceso de enamorarme. Pero esperaste hasta las últimas consecuencias para demostrarme quien eras realmente o quizás, fui yo el que no se dio cuenta debido a lo que sentía. Si, creo que la culpa es de ambos, tu por jugar a tu conveniencia y yo por querer creerte una buena persona.
Estas palabras pueden sonar llenas de resentimiento y en algún punto lo hay...ya te perdone, pero es difícil olvidar y considero que sería muy tonto hacerlo.
Aún así, prefiero ser cordial y que vaya bajando la marea en su proceso natural.
Sigo confiando en que llegue el día en que una persona valore lo que soy o que desde el inicio sepa ser sincera.
Gracias por enseñarme a no confiar tan fácilmente en las personas, a que hay gente que a sabiendas de que buscas algo bueno, te lástima con toda la intención. La próxima vez tendré más cuidado con abrirme por completo.
No te deseo mal, ni bien, me es indiferente. Sólo espero que algún día puedas darte de cuenta de el daño que has hecho y no repitas esta historia con otras personas.
Eso es todo, me siento en paz y con la idea en la cabeza de que lo malo que le pasa a uno, es para aprender a no cometer errores tan graves en el futuro.
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